Nutricionistas explican cuáles son las fuentes de proteína más beneficiosas para aumentar la masa magra y mantener una dieta equilibrada.
Ganar masa muscular no depende solo del entrenamiento: la alimentación juega un papel clave. En ese sentido, los especialistas en nutrición deportiva coinciden en que las carnes magras, como el pollo, el pavo y algunos cortes de res, son las más adecuadas para favorecer el desarrollo muscular sin sumar grasas innecesarias.
La carne vacuna, por ejemplo, aporta proteínas de alto valor biológico, hierro y zinc, nutrientes esenciales para el crecimiento y la recuperación muscular. Sin embargo, los expertos recomiendan elegir cortes magros —como cuadril, nalga o lomo— y limitar el consumo de los más grasos, como asado o costilla, que pueden elevar el colesterol y la ingesta calórica.
También destacan que el pescado es una excelente alternativa, especialmente las variedades ricas en ácidos grasos omega 3, como el salmón o la caballa, que contribuyen a la salud cardiovascular y reducen la inflamación muscular post ejercicio.
En cambio, se aconseja evitar las carnes procesadas —fiambres, embutidos o hamburguesas industriales— por su alto contenido en sodio, grasas saturadas y aditivos. Estas opciones, advierten, no solo dificultan el desarrollo de masa muscular de calidad, sino que también aumentan el riesgo de enfermedades metabólicas a largo plazo.
Finalmente, los nutricionistas subrayan que la clave está en el equilibrio: combinar proteínas animales y vegetales, acompañadas de una buena hidratación y descanso, es la fórmula más efectiva para lograr resultados sostenibles.











