Svetlana Komkova, traductora rusa implicada en la investigación sobre una presunta red de trata de personas en San Carlos de Bariloche, negó ante la Justicia haber participado en cualquier delito y sostuvo que su única intervención fue ayudar como intérprete.
Según su declaración, Komkova se encontraba en Río Negro como turista cuando fue contactada por otra ciudadana rusa, Nadezhda Beliakova, para asistir a una joven embarazada durante su atención en el Hospital Ramón Carrillo. La mujer afirmó que no tuvo ninguna relación con actividades de trata ni con irregularidades en la inscripción del bebé nacido en marzo pasado.
Durante la audiencia también se proyectó el testimonio de una enfermera del hospital, Jessie Cortés Alvarado, quien admitió haber mentido en su primera declaración, cuando denunció un supuesto caso de vientre subrogado. Cortés explicó que había malinterpretado la insistencia de las rusas en registrar al recién nacido y reconoció haber actuado por “sospechas infundadas”.
Komkova, por su parte, reiteró que su único rol fue aclarar un error en la transcripción del apellido del bebé, relacionado con el género gramatical en ruso. “Solo taché una letra para evitar una confusión lingüística. No tomé ninguna decisión legal ni médica”, explicó. Además, criticó el accionar del Ministerio Público Fiscal y sostuvo que su detención fue “una injusticia de siete meses sin pruebas reales”.











