El dirigente de Provincias Unidas cuestionó tanto al kirchnerismo como al Gobierno de Javier Milei, a los que acusó de haber llevado al Estado a la corrupción y al abandono. Planteó una alternativa federal y de gestión, apoyada en la experiencia y el sentido común.

Florencio Randazzo volvió a marcar su posición frente a los dos extremos que dominan la política argentina. “El sistema binario, la polarización, le ha hecho un daño tremendo a la Argentina”, afirmó el exministro del Interior, al presentar a Provincias Unidas como una opción distinta, con una mirada federal y centrada en la gestión.

Con tono crítico, sostuvo: “No queremos el Estado presente del kirchnerismo que terminó con 52 por ciento de pobreza, ni el Estado que propone el Presidente, que es el Estado ausente definitivamente.”
La frase sintetiza la lógica que busca romper: la corrupción y el despilfarro de unos, frente al desmantelamiento y la insensibilidad de otros.

Randazzo subrayó que Provincias Unidas está integrada por siete gobernadores y representa a las provincias “que producen, trabajan y generan futuro”. Desde ese lugar, propone construir una alternativa “con gente que tenga sentido común, que no quiera destruir a nadie, sino hacer que las cosas funcionen”.

En esa línea, reivindicó su paso por la gestión pública: “Cuando tuve responsabilidades, demostramos que se podía hacer bien: modernizamos el DNI, el pasaporte, los trenes. Eso también es política.”

El referente bonaerense insistió en que la Argentina necesita dirigentes capaces de administrar con honestidad y planificación. “El problema no es la falta de recursos, sino la falta de gestión y de prioridades. Mientras algunos se pelean o improvisan, nosotros proponemos volver a gobernar con responsabilidad.”

Randazzo cerró su mensaje con una invitación a los votantes a “romper definitivamente con este sistema de enfrentamientos que solo genera frustración”.

“La Argentina necesita menos discursos y más gestión. Ni relato vacío ni ajuste salvaje: un Estado que funcione.”