La legisladora de La Libertad Avanza busca una banca en el Senado, pero enfrenta acusaciones por presuntos subsidios millonarios a un colegio de su familia. Su figura, impulsada por Karina Milei y Lule Menem desde Buenos Aires, genera tensiones dentro del espacio libertario neuquino.
La legisladora Nadia Márquez, una de las referentes libertarias en Neuquén, vuelve a estar en el centro de la polémica. Según reveló el diario Perfil, Márquez fue acusada por sus propios competidores internos de haber recibido 2.600 millones de pesos en subsidios provinciales para un colegio administrado por su familia. La candidata negó las acusaciones y aseguró haber sido sobreseída, aunque el caso reabrió el debate sobre el manejo de fondos y la transparencia dentro del espacio libertario.
De origen evangélico, Márquez construyó su perfil político como una de las voces más visibles del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados. Ahora aspira a llegar al Senado, respaldada por la estructura nacional del oficialismo y, especialmente, por Karina Milei y Lule Menem, quienes tuvieron un papel clave en su designación como candidata.
En Neuquén, su candidatura genera resistencias incluso entre los propios libertarios locales, que cuestionan la falta de independencia y la imposición de nombres elegidos “a dedo” desde Buenos Aires. “No responde a los intereses de la provincia, sino a los del poder central”, señalaron fuentes políticas del sur.
Desde el entorno del gobernador Rolando Figueroa remarcan el contraste entre ambos proyectos: mientras el Frente de la Neuquinidad defiende los recursos y la identidad provincial, los candidatos libertarios “responden a intereses externos y repiten las mismas prácticas que decían venir a cambiar”.











