El candidato a diputado nacional por Provincias Unidas criticó el plan económico de Javier Milei y advirtió que la recesión golpea a los trabajadores mientras los sectores de poder mantienen sus privilegios. También apuntó al kirchnerismo por haber dejado una estructura de privilegios y corrupción. Reivindicó la necesidad de equilibrio fiscal “con la gente adentro y no a los hachazos”.
El candidato a diputado nacional por Provincias Unidas, Florencio Randazzo, volvió a expresar su rechazo a la política económica del Gobierno nacional y cuestionó el relato oficial sobre el supuesto éxito del plan de ajuste. Según señaló, la recesión, la caída del consumo y la pérdida de empleo demuestran que el programa “no está pensado para la gente común, sino para los mismos de siempre”.
Durante una entrevista televisiva, Randazzo remarcó que, mientras se habla de equilibrio fiscal, las consecuencias recaen sobre los sectores más débiles, como los trabajadores, los jubilados y los estudiantes. En contraposición, los grupos de poder y los sectores privilegiados continúan beneficiándose, a pesar del discurso de la “lucha contra la casta”.
El dirigente sostuvo que la política económica del oficialismo se implementa “a los hachazos” y sin contemplar los efectos sociales del ajuste. Subrayó que no hay éxito posible en un plan que deja a la mayoría afuera, ni puede haber equilibrio fiscal sostenido si la economía real se paraliza.
En su análisis, también hizo referencia a los recortes en áreas sensibles como la salud y la educación, mencionando el conflicto en el Hospital Garrahan y la situación crítica de las universidades públicas, como ejemplos concretos de un modelo que “castiga al que trabaja y estudia”.
Randazzo defendió la necesidad de una administración responsable del Estado, pero con una visión productiva e inclusiva, que priorice a la gente por encima de los intereses corporativos. “El equilibrio fiscal es necesario, pero no a costa del desarrollo y la dignidad de los argentinos”, sostuvo.
Con este mensaje, el candidato de Provincias Unidas volvió a marcar distancia tanto del kirchnerismo como del mileísmo, y reafirmó su posición de construir una alternativa que combine orden, gestión y sensibilidad social, frente a un gobierno que, según sus palabras, “ajusta a los que menos tienen mientras la verdadera casta sigue intacta”.











