El hombre que agredió a Michelle Schmukler y a su bebé continúa en libertad y vive en el mismo edificio. Aunque admitió el ataque, se negó a quedar internado, y la única medida de protección inmediata fue un botón antipánico para la víctima.
El caso de Michelle Iman Schmukler, la influencer y emprendedora agredida junto a su bebé de ocho meses en un violento ataque antisemita en Palermo, sigue generando conmoción. El agresor, un vecino del mismo edificio, insultó a la joven al grito de “qué asco, judía” y le arrojó un objeto metálico. A pesar de haber reconocido los hechos, el hombre volvió a su hogar luego de negarse a permanecer internado para una evaluación psiquiátrica.
La fiscalía a cargo del Dr. Federico Kesler intervino tras la denuncia y la viralización del caso, que también motivó un pronunciamiento de la DAIA. El imputado fue trasladado voluntariamente al Hospital Fernández, donde se le indicó la necesidad de permanecer bajo observación. Sin embargo, al no tratarse de una internación judicial obligatoria, optó por retirarse con medicación y bajo el compromiso familiar de continuar el tratamiento.
Mientras tanto, la única medida de resguardo efectiva para Schmukler fue la entrega de un botón antipánico, a pesar de que su agresor vive a pocos metros de su puerta. La situación genera gran preocupación en su entorno, dada la proximidad constante y el precedente violento.
La fiscalía dispuso una serie de medidas para continuar con la investigación: un informe socio-ambiental sobre el entorno del imputado en el edificio, declaraciones de todos los propietarios del inmueble y un informe interdisciplinario para evaluar su estado de salud mental. Mientras se esperan avances, la víctima permanece en alerta permanente, a la espera de una respuesta judicial más contundente.











