El reciente descarrilamiento de un tren rumbo a Tucumán, que obligó a suspender también los servicios de larga distancia hacia Córdoba, volvió a poner en evidencia el deterioro de las vías y el retroceso del sistema ferroviario.
Florencio Randazzo, candidato de Provincias Unidas, no tardó en comparar la situación actual con los avances que se lograron durante su gestión. Recordó que en aquellos años se renovaron formaciones, se incorporaron más de mil coches nuevos y se planificó un esquema integral de seguridad. “Nosotros los dejamos funcionando, ellos los borraron del mapa”, señaló con dureza, apuntando contra el desinterés de kirchneristas y libertarios por sostener y modernizar el sistema.
El exministro planteó que la caída de los servicios no es un problema técnico aislado, sino la consecuencia de una política que, durante más de una década, abandonó el tren como herramienta de desarrollo. “Cuando no se prioriza la infraestructura estratégica, lo que se pierde es la posibilidad de conectar a los argentinos, de darle oportunidades a las provincias y de integrar al país de manera más equitativa”, remarcó.
Para Randazzo, la discusión de fondo no se limita a la comparación de gestiones, sino a la necesidad de definir qué modelo de Estado se quiere: uno que invierta y planifique, o uno que resigna servicios básicos dejando libradas a su suerte a vastas regiones del interior. En ese contraste busca instalar su propuesta de campaña, basada en la experiencia de gestión y en la convicción de que el progreso depende de políticas públicas que garanticen derechos y oportunidades.











