Productores agropecuarios del partido bonaerense de 9 de Julio tomaron la municipalidad tras meses de reclamos sin solución por caminos rurales intransitables y campos aislados por las lluvias.
El conflicto en 9 de Julio se intensificó este lunes cuando un grupo de productores rurales, afectados por inundaciones que persisten desde hace siete meses, ingresó al edificio municipal para exigir medidas urgentes. Aseguran que las rutas rurales están intransitables y que no pueden ingresar ni salir de sus campos, lo que afecta gravemente su actividad económica y su vida cotidiana.
La manifestación comenzó de forma pacífica, pero escaló luego de que, según denunciaron los propios manifestantes, las principales autoridades abandonaran el edificio y dejaran a personal administrativo frente al reclamo. La situación generó enojo entre los productores, que desde hace meses vienen presentando pedidos formales sin recibir respuestas concretas del gobierno local.
La presidenta de la filial local de Federación Agraria, Patricia Gorza, advirtió que “todas las instancias de diálogo se agotaron” y que, de no haber avances, continuarán las medidas de protesta. La dirigente cuestionó además la falta de gestión en el Comité de Cuenca del Río Salado, organismo en el que participa la intendenta María José Gentile.
En ese contexto, se conoció que fue presentada una denuncia penal contra Gentile por presunto estrago e incumplimiento de deberes de funcionario público. Al mismo tiempo, el conflicto se amplía: los empleados municipales iniciaron un paro de 72 horas en reclamo de mejoras salariales, dejando al municipio sin atención al público y con servicios paralizados.











