El dólar oficial en el Banco Nación alcanzó un nuevo récord de $1.515 y reavivó el debate entre operadores y analistas. Algunos recomiendan refugiarse en la divisa frente a la incertidumbre política y económica, mientras otros creen que puede haber espacio para apostar por pesos en el corto plazo. La volatilidad y la proximidad electoral marcan el pulso del mercado.

La suba del dólar por encima de los $1.500 volvió a encender las alarmas entre ahorristas e inversores. La divisa mantiene protagonismo en las decisiones financieras, en un escenario cargado de dudas sobre el futuro político y económico inmediato.

Entre los especialistas consultados predomina la postura compradora, bajo el argumento de que la demanda de cobertura aún puede empujar la cotización. El refugio en dólares sigue siendo visto como una estrategia defensiva frente a un clima preelectoral cargado de ruidos.

Otros analistas, sin embargo, advierten que la tasa en pesos podría imponerse sobre el dólar en este contexto. Sostienen que el gobierno busca defender la banda cambiaria y que el ritmo de devaluación no convalida la magnitud de la suba reciente.

La conclusión general es que no hay una receta única. Mientras algunos recomiendan “desensillar hasta que aclare”, otros sugieren moverse rápido entre dólares y pesos según las oportunidades de corto plazo. La volatilidad manda y obliga a la cautela.