El Gobierno nacional envió al Congreso el proyecto de Presupuesto 2026, en el que se destaca una marcada reducción del gasto público, el retorno al equilibrio fiscal y una proyección económica optimista.
Según los lineamientos presentados, el Ejecutivo prevé cerrar el próximo año con superávit primario, sin asistencia financiera del Banco Central, y con una inflación controlada cercana al 10%. El tipo de cambio se ubicaría en torno a los $1.423 en diciembre, mientras que el crecimiento proyectado de la economía sería del 5%, apuntalado por el repunte del consumo, las exportaciones y la inversión privada.
El texto también contempla incrementos reales en partidas sensibles. Las jubilaciones tendrían un ajuste del 5% por encima de la inflación, al igual que las pensiones por discapacidad. Las universidades nacionales recibirían una asignación cercana a los 5 billones de pesos, mientras que el presupuesto en salud crecería en términos reales, con una mejora estimada del 17% respecto del año anterior.
Desde el oficialismo sostienen que este presupuesto representa un cambio de paradigma, con un Estado que busca reducir su peso relativo frente al sector privado, pero manteniendo su presencia en áreas clave. El proyecto será debatido en Diputados en un contexto político complejo, donde la aprobación dependerá de acuerdos con bloques aliados y sectores de la oposición.











