Especialistas en hardware y energía analizan una de las dudas más comunes de los usuarios: el impacto que tiene mantener la computadora portátil conectada a la corriente sobre la batería y su rendimiento a largo plazo.

El verdadero enemigo es la temperatura. Usar la computadora conectada mientras se ejecutan tareas exigentes —como edición de video, videojuegos o múltiples programas abiertos— puede elevar la temperatura interna y, a la larga, deteriorar la batería. Por eso, los especialistas recomiendan ventilar bien el equipo, evitar apoyarlo sobre superficies blandas y, de ser posible, usar bases refrigerantes.

Otra recomendación es realizar ciclos de descarga parcial cada cierto tiempo: permitir que la batería baje al 30 o 40% y luego volver a cargarla. Este hábito ayuda a mantener calibrado el sistema de medición y prolonga la vida útil del componente.

En definitiva, dejar la notebook enchufada todo el día no es perjudicial en sí mismo gracias a las protecciones modernas, pero puede volverse problemático si se combina con calor excesivo o falta de mantenimiento. La clave está en el equilibrio: aprovechar la comodidad de trabajar conectado a la corriente, pero sin olvidar que la batería necesita, cada tanto, ponerse en movimiento.