Independiente fue eliminado de la Copa Sudamericana por graves incidentes en su estadio. La Conmebol sancionó al club con siete partidos internacionales sin público y una multa de 100 mil dólares.
La violencia estalló en las tribunas durante el partido contra Universidad de Chile. Según los informes, la seguridad privada del club no logró evitar que hinchas locales agredieran a los visitantes, lo que obligó a suspender el encuentro. Conmebol dio por terminado el partido con empate 1-1 y clasificó al equipo chileno.
La polémica golpea directamente a la dirigencia encabezada por Néstor Grindetti y Ritondo. Este último, conocido por su discurso de mano dura en seguridad, quedó en el centro de la escena tras el fallido operativo en una zona que dependía del control interno del club.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, apuntó contra el club al confirmar que se abrieron portones para permitir el ingreso de hinchas violentos a sectores destinados a la visita. El hecho ocurre en medio del contexto político, donde Ritondo mantiene vínculos con La Libertad Avanza, fuerza que prioriza el orden como bandera.











