La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cuestionó al gobernador Axel Kicillof por separar de sus cargos a 24 policías bonaerenses, acusándolos de apoyar políticamente al candidato libertario Maximiliano Bondarenko.
La ministra calificó la medida como “una persecución” y defendió a los efectivos, afirmando que fueron desplazados por haber compartido un asado entre compañeros.
Según Bullrich, el gobierno de Kicillof “odia a la Policía” y actúa “en favor de los delincuentes”. También pidió que los policías sean reincorporados y rechazó que se trate de una participación política partidaria, ya que, según explicó, el vínculo entre los efectivos y el candidato es de carácter personal y familiar.
Desde el gobierno provincial respondieron que existe una investigación en curso, con pruebas de que algunos uniformados habrían utilizado recursos estatales para apoyar políticamente a Bondarenko. El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, subrayó que la ley prohíbe la participación política dentro de la fuerza.
El propio Kicillof se refirió brevemente al tema y aseguró que solo se están cumpliendo las normas. En tanto, la causa ya fue elevada a la Justicia por Asuntos Internos. La discusión sigue abierta entre quienes defienden la neutralidad institucional y quienes consideran que se trató de un castigo injustificado.











