Hasta lograr el cese del consumo de tabaco, se siguen estudiando sustitutos menos nocivos para el que consume y para los que están alrededor.

La generación Z está marcando un cambio en los hábitos de consumo de tabaco, optando por otras alternativas. Entre las opciones más populares se destacan los cigarrillos electrónicos y los dispositivos de vapeo.

Aunque no están exentos de controversia, muchos especialistas consideran que estos sustitutos podrían ser menos dañinos tanto para el usuario como para quienes lo rodean. Al no generar combustión, disminuyen la cantidad de sustancias tóxicas liberadas al ambiente.

El auge de estos productos reflejan un cambio cultural en la forma de fumar. La tecnología y el marketing actual apuntan a una generación que prioriza la comodidad y la percepción de menor riesgo.