Este tipo de pavimento facilita la orientación de las personas no videntes, mejorando su movilidad en espacios públicos con alta resistencia y bajo mantenimiento.

Vivir en comunidad implica respetar a todos sus miembros, especialmente a las personas con discapacidad. El pavimento podotáctil es una herramienta clave para mejorar la accesibilidad de quienes tienen discapacidad visual.

Este tipo de pavimento, con una textura especial, permite a las personas ciegas o con visión reducida identificar señales de alerta y orientarse en el espacio público, facilitando su desplazamiento en plazas, parques, veredas y cruces de calles.

Las señales diseñadas para personas con discapacidad visual están pensadas para ser percibidas a través del tacto o el sonido. Entre los beneficios de los pisos podotáctiles se destacan su alta resistencia al tránsito peatonal, bajo mantenimiento, diseño antideslizante y fácil reconocimiento por parte de quienes tienen capacidad visual reducida.